Intercambio de espacios vitales

Este verano nos vamos a pegar un buen viaje. Con la excusa de que habremos pasado por los juzgados el 29 de junio para "legalizar" nuestra situación, pasaremos al otro lado del charco.

Tenemos una amiga, Eva y su hija Martina, que actualmente viven en Nueva York. En Manhattan. Antes eran nuestra vecinitas, cuando vivimos en Poble Sec. Aunque no muy fluidamente, pero hemos ido manteniendo el contacto. Hará ya unas semanas, Eva envió un e-mail interesante.

Nuestras amigas querían pasar sus vacaciones de verano aquí y proponían un intercambio de pisos. Buscaban un lugar cerca de Barcelona, pero a poder ser cerca de la playa. Vamos, que nuestro piso encajaba en la descripción. Nos pusimos en contacto y aún hemos de cerrar detalles pero ya tenemos los billetes para la Gran Manzana.

Estaremos tres semanas cada uno en la casa del otro. La experiencia estoy seguro que va a ser positiva. Pero he de reconocer, que no me ha sido fácil pensar en que alguien va a estar ahí en tu casa. En tu sofá, en tu ducha, durmiendo en tu cama, utilizando tu lavabo... Nosotros también "invadiremos" su espacio. Es una chorrada xq hay confianza y no somos extraños, nos conocemos. Pero no mentiré, me lo tuve que pensar dos veces.

Aunque me alegro mucho de haber tomado esta decisión. Ya dicen que los "catalanes" somos un poco cerrados y que nuestra casa no se abre con tanta facilidad como otra gente y otras culturas que son más receptivos y abiertos. Son tópicos, pero en mi caso se cumplían. Espero que a desde ahora cambien mis reticencias.

No estaremos solos en NYC. Compartiremos unos días con unos amigos que se apuntan a la aventura. Será divertido. Otra celebración de mi aniversario en el extranjero (Budapest, Nueva Zelanda, Granada, Ibiza, Cantabria, El Camino de Santiago, etc.).

¡Qué ganas!