Calidad de vida

Buenas! Por aquí andamos de nuevo. Con la resaca navideña acumulada en las lorzas (o michelines)... pero muy feliz!!!

Ésto de trabajar al lado de casa es un gran invento. Y más si vives fuera de Barcelona. Cada día tengo más claro que es cierto que las grandes urbes estresan. Parece un topicazo, pero es verídico.

Mi rutina empieza acompañando a eLi al tren a las 7:30 de la mañana; ando tranquilamente 15 minutillos hasta la cafetería de delante del kurro. Al segundo día ya me conocían, ya no he de pedir, me sirven mi café tras el "bon dia!". Empiezo a kurrar a las 8:00, buen ambiente, gente muy maja... paro a las 13:30 y me voy a casa paseando (la bici en breve!!!), me preparo la comida, dejo la cocina limpia, me cepillo los dientes y vuelvo a empezar a las 15:00. Tres horitas más reconciliándome con mi profesión y las 18:00 a la calle.

Suelo pasarme por el centro antes de ir a casa. Lo mejor es que suelo encontrarme a gente diversa, con la que me saludo, charlo, incluso tomo una cañita... me siento plenamente integrado en la vida diaria de Mataró. El otro día en el Robafaves me encontré un profe de Massana y fue genial... "Hola Pere! Estàs igual..." "Doncs tu has perdut molt cabell..." ¡Qué cabrón!

En fin. Todo pinta muy bien aunque reconozco que aún tengo una sensación rara... es como si fuera demasiado bonito para ser verdad. No pillar ni trenes, ni metro, que no me llamen rata (je, je). No leer El Periódico antes de kurrar. No ver a mucha buena gente. No tener el plato en mesa. No tener tiempo de escribir en el blog desde el kurro...

No me ha quedado un post muy logrado pero había que romper el hielo con alguna cosa, ¿no?

Apa, salut!