El mito del "chiringo"

A día de hoy creo que es más conocido el mito del chiringuito en la playa que no el de la caverna. Sin lugar a dudas.

Aquí me encuentro, cómodamente sentado delante del ordenata, mirando por una ventana que nos costará 40 años pagar (la ventana y el resto del piso, ¡claro!) y esperando que eLi se despierte. Sin tener muy claro de qué escribir pero con ganas de seguir tirando madera a la caldera de "Les enfants".

A decir verdad, ni muy triste, ni especialmente contento. Pero tampoco depre perdido y ni mucho menos eufórico. Supongo que, me guste más o menos, empiezo a estar metido en el ciclo adulto-ratón. Este ciclo es aquel en que no te cuesta mucho identificarte con uno de esos asquerosos animalillos dando vueltas como gilipollas encima de una rueda que va girando. El ratón mueve la rueda con la energía que generan su subnormalidad y sus absurdas patitas. Y es que toca y ya está.

Kurro (bastante), habrá gente que kurre más y unos miles de millones que mucho menos... ¡qué suerte! Tengo la fortuna más grande que se puede tener... alguien que me quiere (sigo preguntándome que mentiras le dije para que me quiera tanto... ¿será un ser irracional? Muy racional no puede ser... eso seguro). Y la suerte de poder sentirme de puta madre cada día, cuando me despierto a su lado y le digo absolutamente cada día sin excepción que la quiero. Casi me atrevería a decir que ésto, es lo único importante del día... el resto, secundario (sin desmerecer a nadie o a casi nadie, y a nada o a bastantes cosas). Tenemos un piso nuevo cojonudo y dejamos atrás uno de los sitios que más me han aportado en todos los sentidos, "un aplauso para el silencio y un silencio para el aplauso".... mítico Elkano 32.

En fin, no sé donde cojones quiero llegar... pero para esto sirve un blog. Metes el coñazo y encima te leen los amiguetes, los amiguetes de los amiguetes y algún espontáneo (Ernesto, ¿nos conocemos?).

Hace un par de años con Joan y Guillem nos apuntamos a un curso de escritura en Gràcia... al ladito del Verdi Park... eh! somos creatas!!! Fue un coñazo, lleno de cuarentonas salidas y reprimidas esperando dejar tanta sequedad y de niñitas que hace dos días llevaban pegatinas de Candy-Candy en la libreta y que jamás tendrán la genial ocurrencia de comprarse las braguitas de Candy-Candy... al menos tendría su morbo! Lógicamente sirvió para descubrir que no tengo ni pajolera idea de escribir y que jamás torturaré a nadie con libros del estilo la Capillita del Mar o el Puto código de los cojones.... pero aquí estoy con mi blog. Y qué coño! Si existen libros como Lolita's Club o El Zoo de'n Pitus.... yo no me pienso cortar.

Bueno, creo que he perdido el hilo completamente... je, je! Lo dejo aquí que me voy a duchar y a desayunar que hay alguien a la cual aún no le he dicho que la quiero.

Passeu-ho bé! Salut!